“Me siento como hipnotizado por algún sortilegio
que reduce mi voluntad a nada. Ni siquiera sé lo que me vuelve loco ni lo que
está dentro de mí.”
“Mis enemigos, la cólera, el deseo y demás,
aunque no tienen brazos ni tampoco valor o elocuencia, ¿Cómo has podido
convertirme en su esclavo?”
Shantideva,(
Bodhicharyavatara)
Transformar
las emociones
Una vez apaciguada la mente por medio de la atención permanente en las CUATRO FIJACIONES
(el cuerpo y la respiración, las sensaciones, la mente y los fenómenos
mentales), estamos en disposición de abordar un segundo ciclo de la
práctica, que constituye un verdadero aprendizaje en el arte de
transformar las emociones: LAS CUATRO APLICACIONES.
2 Superar lo negativo
3 Cultivar lo positivo
4 Afirmar lo positivo.
Las Cuatro fijaciones mas las Cuatro Aplicaciones reconstituyen la salud psicofísica haciéndola óptima.
En la práctica abordaremos dos caminos:
- La toma de consciencia de nuestros estados mentales conflictivos para reconocer como nos afectan y desarrollar la certeza de que éstos, al igual que las sensaciones, o los pensamientos, no son permanentes. Es más, ni siquiera nos pertenecen. Así veremos surgir las distintas mentes como un observador desapegado, y desde esa consciencia superar lo negativo.
- Cultivar y afirmar lo positivo: potenciando virtudes innatas en nuestro ser como la compasión , la ecuanimidad, la alegría, utilizando mudras y por la recitación de mantras.
Dar y tomar
Esta meditación se denomina Tonglen en tibetano.
El antídoto para la emoción de la ira es desarrollar amor y compasión. Con esta práctica, fundamental dentro del budismo
tibetano, nos disponemos mentalmente a tomar el sufrimiento de los demás y a
transmitirles nuestro sincero deseo de felicidad.
Visualízate envuelto en humo negro y piensa que
con cada espiración tu cuerpo se limpia, y la negrura y densidad se transforma
en una intensa luz blanca.
Al inspirar toma el sufrimiento de todos los
seres (puedes incluir aquí a personas de tu entorno que sepas que están
sufriendo) bajo la forma de humo negro o
rayos de luz oscuros.
Ese humo negro se funde en tu corazón y aquí se
transforma en luz.
Al espirar visualiza que envías a los seres que
sufren tu energía positiva en forma de rayos de luz blanca y pura, y con ello
se liberan de todo sufrimiento y dolor sintiéndose felices.
Toma consciencia de sí al practicar Tonglen surge
el miedo o la prevención. Ten en cuenta que no te quedarás con el dolor de los
otros ni perderás tu energía vital. Muy al contrario, te sentirás renovado y en
paz.
Puedes acompañar la práctica con la recitación
del mantra de la compasión: OM MANI PEDME HUM.
Desarrollo de la
ecuanimidad
Antes de poder desarrollar amor y compasión hacia “todos” los seres, hemos
de adiestrarnos en la ecuanimidad. Cuando
hablamos de amor y compasión nos estamos refiriendo al amor universal que
incluye a amigos enemigos y extraños.
Clasificar a los seres en estas categorías no deja de ser algo irreal,
ya que en un momento dado de la vida, nuestro enemigo se puede convertir en
nuestro mejor amigo, y un desconocido puede convertirse en un compañero
inseparable.
La práctica de la ecuanimidad neutraliza las emociones de deseo y odio, por lo tanto nos prepara
para poder amar al otro sin condiciones, igual que el sol ilumina por igual a
la hierba y a la vaca que come la hierba o al asesino y a la víctima.
Práctica
Piensa que a tu derecha se encuentra una persona por la que sientas
una fuerte atracción o apego. Inclínate hacia ese lado tanto como te sea
posible. La inclinación extrema hacia la derecha representa el apego intenso
hacia tus amigos y familiares.
A la izquierda sitúa
mentalmente otra persona a la que odies intensamente e inclínate hacia ese
lado. La inclinación extrema a la izquierda simboliza un intenso odio hacia tus
enemigos.
Coloca frente a ti a otra persona que te sea indiferente, y mantente
relajado y centrado. Mantenernos en el centro, relajados y erguidos, representa
la ecuanimidad que manifiestas ante las personas que te resultan neutras.
Sólo la posición centrada nos permite desarrollar amor y ecuanimidad.
Amor y compasión
Imagina que has reunido en un solo país a todos los seres sufrientes
de la tierra.
Haciéndote cargo de todo tu poder, visualiza que envías a cada uno de
ellos, personas y animales, todo aquello que necesitan en forma de lluvia de
presentes, (manjares para los que tienen hambre, remedios para los enfermos,
alegría para los deprimidos...)
Chenresi. Representa para el budismo tibetano el amor y la
compasión. es una divinidad de cuatro brazos. En las manos centrales porta la
joya que satisface todos los deseos y en las otras dos manos lleva una flor de
loto, la sabiduría, y un mala, el método para alcanzarla.
Su
color es blanco como la luna que refleja la luz solar.
El
mantra asociado a Chenresi es el famoso mantra tibetano OM MANI PEDME HUM. El
mantra está compuesto de seis sílabas, y cada una de ellas se relaciona con una
emoción perturbadora:
orgullo,
celos, deseos, estupidez, miedo, y avaricia.
Textos escogidos:
La práctica de la meditación tibetana. Dagsay
Tulku Rimpoché.
El florecer del loto. Thich Nhat Hanh
Abre tu mente. Jessica Macbeth.
Guía para alcanzar la serenidad interior. Clara
Pires
Claves del yoga. Danilo Hernández
Estudio de la mente. Gueshe Tashi Tserig.
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